La deportación de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo, ha generado un gran revuelo en el ámbito de la seguridad nacional. Después de cumplir su sentencia de 25 años de prisión en Estados Unidos, Cárdenas Guillén fue deportado a México y trasladado al penal del Altiplano, donde permanecerá bajo estricta vigilancia.
Cárdenas Guillén fue capturado en 2003 por las autoridades mexicanas y posteriormente extraditado a Estados Unidos en 2007, donde fue condenado por narcotráfico, lavado de dinero y extorsión. Su deportación marca el fin de una larga y compleja batalla legal que ha tenido lugar en ambos lados de la frontera.
La llegada de Cárdenas Guillén al penal del Altiplano ha generado un gran interés en el ámbito de la seguridad nacional, ya que se considera que su presencia en el país podría generar tensiones y conflictos con otros grupos delictivos. Las autoridades mexicanas han asegurado que tomarán todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el orden en el país.
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